De Sierra Norte de Guadalajara |
Así que investigué un poco y quizás la pregunta fuera una pregunta trampa porque como todo lo relacionado con el Cid Campeador, la realidad y la leyenda se mezclan y puede que realmente Sol y Elvira en realidad se llamaran María y Cristina.
Seguí investigando un poco más y topé con un blog que no viene al caso nombrar pero una de sus entradas se llama "Robledo de Corpes". Coñe, si eso está al lado de Alcolea. Así que ya me puse más alerta.
Resulta que, supuestamente, y después diré por qué supuestamente, en el término de Robledo de Corpes, concretamente en el robledal de la lanzada tuvo lugar lo que en el cantar del mio Cid se llama Afrenta de Corpes, que se supone que es leyenda:
Los Condes de Carrión van con sus esposas, las hijas del cid, camino de sus tierras, y como venganza por la humillación que estos han sufrido por su poca valentía en un episodio que tuvieron con un león, deciden vejar y dar una paliza hasta prácticamente la muerte a doña Sol y doña Elvira. Vamos, gentuza.
| ||
De Sierra Norte de Guadalajara |
Los infantes han entrado en el robledo de Corpes,
el arbolado es muy alto, las ramas suben a las nubes,
los animales salvajes andan alrededor.
Hallaron un vergel con una limpia fuente,
mandaron plantar la tienda los infantes de Carrión,
con cuantos traen consigo allí duermen esa noche,
abrazando a sus mujeres les demuestran amor,
¡mal se lo cumplieron cuando salió el sol!
Mandaron cargar las acémilas con bienes en gran número,
han recogido la tienda en que pasaron la noche,
Las hijas del Cid, Pinazo, diputación de Valencia |
así lo mandaron los infantes de Carrión,
que no quedase allí nadie, ni mujer ni varón,
salvo sus dos mujeres, doña Elvira y doña Sol,
solazarse quieren con ellas a su satisfacción.
Todos se habían ido, ellos cuatro estaban solos,
Tanta infamia planearon los infantes de Carrión:
—Tened por seguro, doña Elvira y doña Sol,
que seréis escarnecidas aquí, en estos fieros montes,
hoy nos separaremos y seréis abandonadas por nosotros,
no tendréis parte en las tierras de Carrión.
Irán estos recados al Cid Campeador,
nosotros vengaremos con ésta la del león.—
Allí les quitan las túnicas y los mantones,
las dejan solo en el cuerpo la ropa interior.
Llevan espuelas calzadas los malos traidores,
con la mano cogen las cinchas resistentes y fuertes.
Cuando esto vieron las damas, hablaba doña Sol:
—¡Don Diego y don Fernando, os lo rogamos por Dios!
Dos espadas tenéis fuertes y tajadoras,
a una la llaman Colada y a la otra Tizón,
cortadnos las cabezas, mártires seremos las dos;
moros y cristianos hablarán de esta cuestión,
que por lo que merecemos no lo recibimos las dos.
Tan grandes crueldades no cometáis con las dos;
si fuésemos golpeadas, os quedaréis sin honor,
os acusaran de ello en vistas o en cortes.—
Lo que rogaban las damas de nada les valió,
entonces les empiezan a dar los infantes de Carrión,
con las cinchas corredizas las golpean sin compasión,
con las espuelas agudas, que les causan gran dolor,
les rompían las camisas y las carnes a ellas dos.
Las hijas del Cid (1871), por Dióscoro Puebla. Museo del Prado. Sala 61. |
ya lo sienten ellas en sus corazones.
¡Qué gran ventura sería, ojalá lo quisiese Dios,
que asomase ahora el Cid Campeador!
Mucho las golpearon, pues no tienen compasión,
ensangrentadas las camisas y las túnicas bordadas en oro.
Cansados están de herirlas ellos dos,
esforzándose ambos por cuál dará mejores golpes.
Ya no pueden hablar doña Elvira y doña Sol,
por muertas las dejaron en el robledo de Corpes.
Se les llevaron los mantos y las pieles de armiño,
las dejan desfallecidas en túnicas y en camisas
a las rapaces del bosque y a las fieras temidas.
Por muertas las dejaron, sabed, que no por vivas.
¡Qué ventura sería si asomase ahora el Cid Campeador!
Los infantes de Carrión [................],
en el robledo de Corpes por muertas las dejaron,
que la una a la otra no puede darle amparo.
Por los montes por donde iban ellos se iban jactando:
—De nuestros casamientos ahora nos hemos vengado,
no las debimos tomar ni por concubinas si no nos lo hubiesen rogado,
pues no eran nuestras iguales para estrecharlas en abrazos.
¡La deshonra del león así se irá vengando!—
| ||
De Sierra Norte de Guadalajara |
Como decía antes todo apunta a que esto es una leyenda pero como en todas las leyendas todo el mundo arrima el ascua a su sardina (a ver que castillo no tiene su fantasma y cosas por el estilo) así que me he encontrado con:
a)algún texto diciendo que es todo fantasía y que los condes de Carrión siempre se han presentado como lo peor pero que en realidad eran muy guapos, valientes, muy buenos con sus mujeres y lo mejor que se ha criado al norte del Duero.
b) Que el episodio tuvo lugar, pero no en Robledo de Corpes (Guadalajara) si no en Castillejo de Robledo (Soria) que tampoco está tan lejos. Otra casualidad, porque resulta que es el pueblo de unos amigos y también he estado allí. Pero puestos a elegir yo me quedo con que la afrenta de Corpes sucedió en Robledo de Corpes.
¿Por qué? Pues porque en Castillejo de Robledo ya tienen suficiente con ser famosos por la caza y las figurillas que hay talladas en su iglesia en posturas erótico-festivas. Que hay que repartir, abusones ;p
Realidad o leyenda, después de casi 1000 años de los supuestos hechos ¿qué hay allí ahora mismo? Un puto merendero para domingueros, con su barbacoa incluida, clausurada, por supuesto, y un cubo de hormigón con unos cuantos versos del cantar.
| ||
De Sierra Norte de Guadalajara |
De Sierra Norte de Guadalajara |
De Sierra Norte de Guadalajara |
De Sierra Norte de Guadalajara |
2 comentarios:
Guau... cuidadín con levantar la liebre, que hay que ver cómo las gastas.
Con lo tranquilo que estoy...
Publicar un comentario